9.3.07


SuCuLeNTa CeNa NaViDeñA

9:38 de la noche. 24 de Diciembre 2005. Es esta mi desafortunada navidad. Dado mi característico pesimismo debería decir mi amarga navidad. Y no sé por qué la benevolencia conmigo mismo. Estoy en una ciudad de 20 millones de habitantes y, como lo sospeché, estoy solo. Seguramente, como tantas veces, festejo no me hubiera faltado, así fuera con amistades recientes o de plano desconocidos; si no estuviera confinado a este encierro por culpa de mi pie derecho mancillado. Hago recuento de mis víveres para armar mi cena de esta noche: 3 botes de cervezas Sol, como medio litro de vino tinto barato, una sopa Maruchan, frijoles bayos de lata, 6 tortilla de harina -por supuesto Tía Rosa- y unas cuantas rajas de chile. Y repito, no me entristezco del todo, qué raro, debería estar gritando !que amarga mi navidad! desde este cuarto de azotea, con sólo un radiecito de pilas, con un repertorio de programas navideños y villancicos en mil versiones, programas grabados todos, claro, todo el mundo está en sus casas, con sus familias, festejando. Yo estoy a la espera de no sé qué... la esperanza al caso. No triste del todo, por el momento. Quién sabe al rato, cuando de cuenta de esas 3 cervezas (debí haber comprado más !carajo!), el medio litro de vino tinto barato, el guatito de mota ahí guardada desde mi viaje a Oaxaca en septiembre, y hasta de la variedad de pastillas que me han dado para la inflamación y el dolor de mi pie derecho. Espero mañana amanecer mejor y poder caminar lo suficiente para llegar sin agobios al recalentado de menú navideño que me han prometido unas amigas. Sólo, en un cuarto de azotea, enfermo un poco, sin cena especial, sin perrito que me ladre y sin nadie que me espere en algún rincón de cualquier parte; sin embargo no estoy triste, lo juro. Tal vez me hicieron bien las llamadas de Miriam desde Monterrey; del chilango Ivan, y las chilanguitas de la Unam Estela y Giovana. Soy rejego a las atenciones y las buenas maneras, pero sé agradecer las cortesías, los buenos detalles cuando de este mundo ya no espero grandes gratificaciones.

No hay comentarios.: