Por la noche una elefanta de casi cuatro toneladas de peso se escapó de una bodega del Circo Unión, y tras andar por las calles de la zona durante dos horas, un autobus se impactó de frente contra ella. El chofer murió y seis pasajeros quedaron heridos. Las ovaciones se terminaron para Hidra, un paquidermo de 45 años de edad. Los últimos reflectores que iluminaron su pesado cuerpo fueron los de los carros que circularon esa noche por la autopista Ecatepec y Tecámac. Un gato negro que pasó entre sus patas hizo que saliera despavorida de la bodega. El miedo la hizo correr, derribar una puerta, luego trajinar por una hora, se enfiló en sentido contraro por la autopista. Cruzó por la caseta de cobro ante el asombro de los empleados y automovilistas que no creían lo que veían. En el kilómetro 1 de la autopista, un camión de la línea México-Teotihuacán se impactó contra ella. El cuerpo de Hidra quedó tendido sobre la carpeta asfáltica. Una grúa la llevó de regreso a las bodegas del circo. El entrenador recordó a Hidra como la más cariñosa de las tres elefantas que conformaban el espectáculo del Circo Unión. Era la más buscada por los niños, la que recibía las muestras de cariño del público en cada función. Era una de las cuatro elefantas en el mundo que podía sostenerse en una sola pata. El paquidermo fue enterrado en una fosa de 15 metros cuadrados, en el mismo predio de donde había escapado. Su cuidador, quien fue detenido unos días, fue dejado en libertad. Las ovaciones se terminaron para la elefanta.

nota periódico El Universal

Una riña entre mujeres acabó con dos menores de edad lesionadas y cuatro hermanas detenidas. Incluso policías municipales recibieron mordidas, rasguños y golpes al momento que realizaron el arresto. Alrededor de las 7 de la tarde del sábado, dos jovencitas de catorce años, con moretones, acudieron a las instalaciones de la delegación Playas de Tijuana para denunciar que habían sido golpeadas. Manifestaron que al ir caminando por la calle Meseta de la Sección Costa Hermosa, varias mujeres jóvenes salieron de una casa y las comenzaron a golpear sin motivo, hasta a una de la agredidas le quitaron su celular. Rasguños en la cara, huellas de mordidas en los brazos y golpes recibieron los agentes antes de que llegaran los refuerzos, quienes finalmente detuvieron a Nadia Porras, de 24 años, Marcia Porras, de 20, y otras dos menores de dieciseis y doce años. Fueron turnadas al Ministerio Público.

(Nota en periódico Frontera)

Somos siluetas que caminan junto al mar; que se distinguen apenas en la distancia que se alarga