7.4.07


MILE OF CARS


La otra noche manejando por National City me pasé de donde iba, cuando menos pensé andaba por toda esa zona de "Miles of Cars", mucha ilumanción y cientos y cientos de carros destellando mil colores metálicos, ni comtemplarlos, nomás veía de reojo y repente pensé que ahi estaban todos los carros que nunca tendré en mi vida (ni uno sólo de ellos tal vez), ni me aguité, nomás me dio risa. Pensé que en cambio tengo muchas otras cosas (sí! ya sé que suena a consuelo barato o frase de libro de superación personal). Igual pensé, "pero hay gente que lo tiene todo" (!el pesimismo queriendo entrar al quite!). Seguí manejando en las calles solitarias gringas que tanto me absorven del mundo, ahí, pisandole a mi Nissan 96 semidestruido gracias a las calles tijuaneras y a alguno que otro raterillo que pretende llevarse mi carro en cachitos. Fue el aire fresco de estas primeras noches frías, la canción que tocaba en el stereo, algún recuerdo, el caso es que sentía una emoción especial, libre, que circulaba por mi piel y se convertía en un nudo en la garganta; no me sentía triste, no me sentía alegre; en todo caso me sentía vivo, y eso ya es bueno, supongo.

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